sábado, junio 16, 2018

Yo vivo en un país en el que...

A la gente le encanta hablar de todo y de todos sin tener idea de nada, hablan de Dios y se guían por el horoscopo, país maravilloso en el que tiene más peso lo que dice Amalia que lo que dijo René, la biblia y el calefón.

Se rasga la vestiduras si en el Congreso de la Nación se ganan derechos pero deja morir los pibes, las pibas, las mujeres y los viejos por votar políticas privativas de derechos adquiridos.

La historia se olvida facil, no tenemos memoria, los mismos que destrozaron todo ayer vuelven y vuelven una y otra vez como en el dia de la marmota.

Votamos gobernantes cuya política es desguazar el estado, la industria nacional, la educación pública, la quita de derechos laborales, previsionales, el desmembramiento de la salud pública, el avasallamiento de los derechos humanos, "pirqui lis guibiernos pipilistas mantienen vagos" prefieren mantener a los que la llevan afuera y juegan eternamente con la bicicleta financiera sin crear un solo puesto de trabajo.

Soy descendiente de inmigrantes como la gran mayoría de la población Argentina, pero si viene alguien de afuera que no es europeo al mejor estilo Alberdiano, le cierran todas las puertas, lo tratan de ladrón, usurpador y lo negrean a dos manos en algún taller clandestino o en algún campo bajo condiciones de esclavitud o si trabaja en la calle además lo cagan a palos, no quiero imaginar lo que hoy pasaría con mis tatarabuelos porque convengamos que los que vinieron en su gran mayoria no eran de la realeza española, británica o la monarquía italiana, vinieron amontonados en barco y con lo puesto.

Nos quejamos de la corrupción pero varios daban vuelta el medidor de la luz y a más de uno vi colgado de los cables, vi a muchos comerciantes evadir, no entregar factura y a varios con empleados en negro, es más, a varios profesionales también los veo trabajar en negro en grandes instituciones ¿eso no es corrupción? con que cara pretendemos acusar a otros... la paja en el ojo ajeno.

Si vemos que alguien se organiza para luchar por algo criticamos, si los chicos se organizan aprendiendo de esta manera a reclamar por sus derechos y QUE ES UNA HERMOSA FORMA DE APRENDER A PELEAR POR DERECHOS EN DEMOCRACIA CONSENSUAR CON TUS PARES Y ACTUAR EN CONSECUENCIA, criticamos, sean cuales fueran las razones, no nos importa, criticamos, si los trabajadores reclaman criticamos, aunque después el beneficio sea para todos antes criticamos y por supuesto después gozamos del derecho, eso sí

Nos solidarizamos con colegas y amigos que justifican la tortura porque son "exelentes" noooo no es "excelente" alguien que justifica una tortura, por lo menos no es mi concepto de excelencia ni creo verdaderamente que lo sea de alguien respetuoso de la vida del otro, claro, respetuoso de la vida... y del otro...

Nos quejamos de las madres y abuelas que piden por sus hijas, hijos y nietos secuestrados, torturados y muertos en centros clandestinos de detención creados por el estado, nuestro estado, quién se supone está para proteger ¿como te explico de que se trata el estado de derecho?

Los verdaderos dueños de la tierra, los originarios, Tobas, Wichis, Koyas, Mapuches y demás son ciudadanos de segunda, marginados, violados, perseguidos y muertos por reclamar lo que es suyo y ni se te ocurra sumarte, pasas inmediatamente a ser un subversivo sin derechos, un paria que está expuesto a aparecer flotando en un rio cualquiera.

Vivimos rogando que aumente el dolar porque tenemos 2000 ahorrados sin darnos cuenta que nuestro sueldo se devalúa más que la triste ganancia que podamos llegar a ahorrar, porque en este país la mayoría depende de un sueldo aunque gran parte se crea empresario o terrateniente, aquí son todos caciques no se encuentra un solo indio raso y laburante... desclasados del orto.

Nos quejamos de la educación pública ¡de la educación pública! pero los que nos manejan se reciben en la privada y se van a formar afuera y las cagadas que se mandan después la terminan arreglando los de la pública, los locales bah...

Si...vivo en un país en el que la hipocresía es el pan de todos los días...

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